Creamos piezas singulares que celebran la exploración creativa, el placer de lo inesperado y la autenticidad de quienes se atreven a ser ellas mismas.

Crear fue mi manera de volver
Tras años viviendo hacia fuera, dedicada a la arquitectura, supe que necesitaba volver a mí.
Crear fue esa forma de regreso: íntima, liberadora, sin metas. Un impulso que no buscaba ser marca, y que acabó conectando con otras mujeres que también querían elegir distinto.
Hoy, todo lo que nace de ESPIAUBA parte de ahí: de ese lugar al que volví.
Susana Espiauba

Volumen, color y armonías inéditas
Trabajamos principalmente con collares, pendientes y anillos. Siempre con carácter, volumen, color y un estilo que no responde a modas ni fórmulas.
Dejamos que la intuición y la belleza manden, por eso a veces surgen otras formas inesperadas: un bolso, un jarrón, una escultura.
Porque en ESPIAUBA no sabemos seguir caminos marcados.

Gaudí y Thyssen llamaron a nuestra puerta
Que museos como el Thyssen o El Capricho de Gaudí se fijaran en nuestras piezas fue mucho más que un encargo: supuso un antes y un después.
Un impulso que nos retó a explorar nuevas formas y elevar nuestro nivel creativo.
Y sobre todo, la certeza de que lo que hacemos en ESPIAUBA es arte para llevar, con personalidad digna de museo.

Miró, cerámica... o cuerda de escalada
Nos inspira el arte o la arquitectura tanto como las posibilidades de los materiales.
Nos mueve la curiosidad por cómo dialogan entre sí, cómo suman y cómo mezclas sorprendentes conectan cobrando sentido plástico, estético... y emocional.




Piezas que marcaron nuestro camino
Nuestras pequeñas colecciones brotan sin cesar pero algunas piezas insisten en quedarse. Por todo lo que han significado, por cómo conectaron. Si quieres saber un poco más de nosotros aquí están las que dejaron una huella especial.


